Las fobias son una manifestación de nuestros conflictos internos expresados a través de algún tipo de miedo o angustia. Con el desarrollo de las tecnologías, han nacido nuevas fobias que se relacionan directamente con la innovación de los dispositivos electrónicos.
El uso diario de las redes sociales, tablets o smartphones hace que nuestra salud se vea afectada.
Síntomas
- Sensación de ansiedad
- Taquicardias
- Pensamientos obsesivos
- Dolor de cabeza
- Dolor de estómago
Causas
La idea de perfeccionismo es otra de las razones por las que aparecen estos casos, ya que en estas personas existe una necesidad de hacerlo todo sin ningún fallo.
“Mi vida circula alrededor de satisfacer al otro, así que, si me llaman y no tengo la posibilidad de estar conectado, me siento solo. Aparece el miedo a decepcionar a los demás”.
Si estamos esperando una llamada y no contestamos, sentimos que estamos fallando y el miedo se apodera de nosotros
Consecuencias
Al producirse una esclavitud absoluta al móvil, la adicción a veces es incontrolable.
Los que sufren este problema son personas que no pueden apagar el móvil por las noches y que, por tanto, se ven interrumpidos durante sus horas de sueño. El insomnio es, por tanto, una de las consecuencias más frecuentes en las personas con nomofobia.
Lo primero que hacen los nomofóbicos al tener un móvil entre sus manos, después de un rato sin utilizarlo, es consultarlo inmediatamente.
“Es como el que tiene adicción al tabaco, que lo pasa mal cuando se le acaban los cigarrillos y que, en cuanto tienen la posibilidad de fumar, lo primero que hacen es encenderse uno”
Tratamiento
Siempre es aconsejable, ante cualquier duda, consultar con una persona especializada en dependencias, adicciones y en el tratamiento de la seguridad personal o la autoestima.
El abuso del smartphone se produce muchas veces porque la persona se siente presionada en algunos aspectos de su vida y de los que debería liberarse.
“Nuestra vida ha de estar centrada en nosotros mismos y no en la comunicación con los demás. De hecho, estar en contacto con el resto debería ser considerado como un extra”
Perfil del nomofóbico
Es una persona que tiene falta de seguridad en sí misma y baja autoestima. En cuanto a la edad, la nomofobia suele darse mucho más en adolescentes, pues ellos tienen más necesidad de ser aceptados dentro del grupo, además de que los jóvenes están más familiarizados con las nuevas tecnologías que las personas más mayores.
Suele ser más común en el sexo femenino, pues la estructura cerebral de las mujeres hace que tengan más facilidad para comunicar y más necesidad afectiva que los varones. Además, ellas tienen mayor capacidad para establecer relaciones afectivas.
“Los hombres no tienen tanta necesidad y utilizan el teléfono móvil para aspectos tecnológicos, laborales o de gestión”.

Cómo afecta a las relaciones afectivas
Las relaciones de pareja se han visto afectadas en gran medida por el uso permanente del móvil, aunque también es cierto que las facilita en muchas ocasiones. Hoy en día, tenemos muchas formas de comunicarnos, aunque, llevado al extremo, esto provoca un enorme problema.
“El hecho de mantener una relación a través de la pantalla hace que, a la larga, no seamos capaces de ser nosotros mismos cuando estamos cara a cara. Las personas inseguras se benefician al estar protegidas por un teclado y al poder expresar más cosas en la realidad virtual”.
Se trata de un círculo vicioso. El miedo a la inseguridad aumenta la protección de estar detrás de un aparato y, al pasar más tiempo con el artilugio entre manos, más habilidad adquirimos en su uso y más pánico tenemos al cara a cara.
“A veces no somos capaces de trasladar las relaciones que creamos a través del ordenador o del WhatsApp a la realidad del día a día. Ahí estaremos ante un problema”.
Consejos
- Apuntar lo que sería un uso razonable del teléfono.
- Apagar el móvil durante las comidas o durante una reunión familiarizados.
- Priorizar la realidad al mundo virtual.
- Si nos damos cuenta de que la ansiedad se apodera de nosotros al dejarnos el teléfono en casa, nunca está de más consultar con un especialista.
Se trata de un trastorno que sufre, sin saberlo, al menos la mitad de la población. Cuando nos quedamos sin batería después de pasar todo el día fuera de casa, y una sensación de ansiedad nos invade y nos hace desear intensamente el momento en que volvamos a enchufar el teléfono móvil a la corriente, hablamos de un caso claro de nomofobia. Si somos presas de la desesperación al darnos cuenta a medio camino del trabajo de que hemos olvidado el móvil en el recibidor y de que en el transcurso de esa escasa media hora han podido contactarnos un número inconmensurable de personas, hablamos también de esta novedosa enfermedad.
A pesar de contar con las vías ordinarias de comunicación, empezando por la de personarse ante su interlocutor, el nomofóbico enloquece ante la imposibilidad de contactar con cualquier persona en cualquier momento allí donde se encuentre. No se aplica únicamente a los usuarios de smartphones, si bien es cierto que los antiguos teléfonos móviles no generan en nosotros tanta adicción al no ofrecer posibilidad de navegación, ya que se ha trasladado el grueso de la actividad comunicativa de nuestros cercanos a la mensajería instantánea. Según las estadísticas, los usuarios de smartphones consultan sus teléfonos una media de 34 veces al día.
¿Cuáles son las razones para esta grave enfermedad?
Vida virtual
Detrás de esta fobia, clínicamente establecida y que presenta síntomas preocupantes, se configura la realidad de millones de adolescentes y adultos jóvenes en el mundo: muchos de ellos viven una vida virtual a través de las redes sociales como Facebook, Twitter, Youtube, Pinterest, entre otros, y por ello, quedarse sin teléfono es quedarse sin amigos, sin novi@ y sin contacto con el mundo.
Es ahí cuando la amenaza de quedarse sin celular hace que los individuos que la padecen se sientan “solos” “tristes” y “aislados” y por ello la aparición de los síntomas antes mencionados. Un círculo vicioso que parece no acabar: la vida virtual absorbió tanto sus vidas reales que ver televisión, almorzar en familia, ir a la playa o simplemente conversar en una esquina con un amigo es un plan totalmente impensable para ellos. Todo se establece en Internet, y el celular es, en la mayoría de los casos, su gran aliado.
Nomofobia y adicción al trabajo
Pero no sólo los más jóvenes sufren los estragos de esta fobia. Muchos ejecutivos también la padecen, pues la nomofobia va de la mano con otra adicción muy de moda en el mundo: la adicción al trabajo. Muchos no pueden almorzar, dormir o disfrutar de un fin de semana sin estar pendiente de los últimos acontecimientos que ocurren en su trabajo, y por eso, desde sus celulares planean, ejecutan, ordenan y trabajan sin parar. Todo debe tener un límite. El justo descanso y el tiempo de ocio es uno de ellos.
Dependencia
Para muchas personas, hombres, mujeres, adultos y jóvenes en general, su teléfono celular es una dependencia tan importante en sus vidas que el solo hecho de imaginar su pérdida o su no compañía los hace sentir mal. Su estado de ánimo cambia si tienen que quedarse algunos minutos sin el teléfono a su disposición. Deben tenerlo cerca, cual amigo fiel, en el almuerzo, en la rumba, en la reunión de trabajo, en la siesta, en el gimnasio, en el cine…. Apagarlo por unas horas es una decisión que no está en discusión. El celular está ahí, y punto. Hace parte de su autoestima, de su seguridad como ser humano, de su productividad como trabajador, de su reconocimiento como ser social. Desprenderse es tan difícil como el adicto a las drogas o al alcohol. Mucho cuidado.
Pautas de comportamiento
- En las noches, apaga tu celular o ponlo en silencio en un lugar apartado de tu habitación. Descansa.
- Evita hacer y recibir llamadas después de las 22 de la noche. Dile a tus amigos o familiares que solo te llamen después de esa hora en caso de una emergencia.
- No chatees ni hables por teléfono mientras almuerzas, cenas o conversas con alguien. Es irrespetuoso con quien está contigo y no te deja concentrarte en lo que estás haciendo.
- Jamás chatees ni hables por teléfono mientras conduces un vehículo. Es peligroso para ti y para los demás agentes de la vía.
- Apaga el celular en los sitios donde está restringido o prohibido su uso.
- Los fines de semana, dispón de algunas horas para desintoxicarte del uso del celular. Apágalo por un tiempo y responde luego las llamadas o mensajes que te hagan.
- En las oficinas, salones de clase y recintos cerrados, procura que tus llamadas sean breves. Habla en un tono moderado y si la llamada se extiende, dirígete a un lugar abierto donde no interrumpas a los demás.
- Educa a tus hijos sobre el uso respetuoso del celular. No les permitas usarlos mientras comparten en familia, y si notas un uso obsesivo en ellos, toma correctivos.
El uso del teléfono celular debe tener un límite. Pregúntate a ti mismo si estás abusando de él y adopta nuevas pautas de comportamiento, pues puedes caer en una dependencia que puede alterar tu salud mental.
Cómo es una persona con Nomofobia
Son muchas las personas que sufren dependencia del teléfono móvil y están conectadas las 24 horas, y los expertos piensan que el perfil del nomofóbico es el de una persona que tiene poca autoconfianza en sí misma y baja autoestima, con carencia de habilidades sociales y de resolución de conflictos, y que en su tiempo de ocio solo usa el móvil y parece incapaz de disfrutar sin él.
